lunes, 11 de junio de 2012

3) La Razón

-Información:

Rajoy: «Hemos evitado la intervención de España»

Defiende que nuestro país recibe de Europa una línea de crédito para los bancos porque «hace sus deberes»   > Bruselas resalta que el acuerdo es bueno para los mercados   > El reparto final de la ayuda a los bancos estará bajo el control de Joaquín Almunia


Moncloa reaccionó en menos de 24 horas a la demanda de que fuese el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien diese una explicación política sobre el acuerdo que el Eurogrupo alcanzó el sábado por la tarde para «salvar» al sector financiero español con un préstamo por un importe máximo –100.000 millones de euros– muy superior a la cifra que en los últimos días manejaban en el Ejecutivo. 

Rajoy cuidó tanto el mensaje como la puesta en escena. Su comparecencia fue en uno de los salones nobles del Palacio de la Moncloa, en el que da sus ruedas de prensa junto con otros mandatarios, y apareció sonriente, tranquilo y relajado. Sus gestos parecían querer quitar trascendencia a la decisión adoptada, mientras que su discurso iba en la dirección contraria, la de presentar el acuerdo europeo como un trascendental éxito de su Gobierno, bueno para España y bueno para el proyecto europeo. Así, Rajoy se negó a utilizar la palabra «rescate» porque nuestra situación «no tiene nada que ver con la de otros países» que sí han sido rescatados, y bautizó la inyección financiera de la UE, que supervisará el FMI, como una «línea de crédito europeo» para la banca española que ayudará a que vuelva a fluir el crédito desde las entidades españolas, base para la recuperación económica.

El presidente del Gobierno negó presiones de sus socios europeos para aceptar la ayuda a la banca. «Quien ha presionado he sido yo. Y lo hemos resuelto satisfactoriamente». Y su explicación a las negaciones del Gobierno sobre la negociación, o sobre la necesidad de ayuda, fue que «las negociaciones no se televisan». «A veces se preguntan cosas que no se pueden contar porque afectan al resultado», añadió. El Gobierno ha negado siempre el rescate de España y siempre ha sostenido también que la intervención no era posible porque España es un país demasiado grande como para poder ser rescatada. Pero quizás la intervención era una de esas «cosas que se comunican cuando ya se ha producido el resultado» porque ayer Rajoy dijo que su Gobierno ha evitado la «intervención del Reino de España». Tajante y sacando pecho de lo que ha conseguido para España: «Si no hubiéramos hecho los deberes, hoy estaríamos hablando de la intervención de España».

- Opinión:

-Rescate financiero inevitable y amistoso.

Pese a los agoreros del catastrofismo la decisión del Gobierno (y del Eurogrupo), tan adecuada como inevitable, y sólo tiene de reprochable no haber llegado antes. La semántica tangencial de todos los políticos obliga a De Guindos a hablar de ayuda o préstamo, que lo son, pero esa tarjeta de crédito hasta 100 mil millones de euros al 3%. Se parece a un rescate sectorial como una manzana a otra manzana. El Presidente Rajoy no quiere saber nada de rescates porque suena a Grecia, Irlanda o Portugal y el valor de la economía española es otro. Las declaraciones gubernamentales han sido contradictorias porque hasta ayer se pretendía sellar los agujeros financieros con deuda soberana pero los mercados y las agencias de crédito  y solvencia han sido inmisericordes, usureras y oportunistas. La OCDE estima que es injusto vender dinero a España al 7% y en el Eurogrupo es lugar común que nuestra prima de riesgo está a 50 puntos por encima de la alemana y no en el disparate de los últimos tres meses. El equipo económico, renuente a cualquier cosa que huela a intervención ha ido cerrando en falso tres reformas financieras y ha quedado con un 30% del sistema al descubierto. Han tenido que hacer de la necesidad virtud siguiendo la corriente de las angustias y presiones de Bruselas y hasta Obama, que también ha empujado junto a Christine Lagarde, directora del FMI. Se han evitado  condicionamientos generales sobre nuestra economía real y todo queda circunscrito al ámbito financiero. El trabajo es para largo y no florecerán mañana los créditos. Irlanda tardó tres años en devolver los bancos a sus carriles. No podemos hacer la reforma financiera por fascículos; este paso ha de ser el último creíble. Pedro Solbes, Elena Salgado y Fernández Ordóñez se han ido sin explicar su extravagante entendimiento de los números. Éste es un alivio de luto. No hay «Apocalypsis Now» y se aleja bastante de «Apocalypsis Tomorrow». Hoy  subirán las bolsas y bajará la prima de riesgo. Volvemos a respirar.

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