lunes, 11 de junio de 2012

3) La Razón

-Información:

Rajoy: «Hemos evitado la intervención de España»

Defiende que nuestro país recibe de Europa una línea de crédito para los bancos porque «hace sus deberes»   > Bruselas resalta que el acuerdo es bueno para los mercados   > El reparto final de la ayuda a los bancos estará bajo el control de Joaquín Almunia


Moncloa reaccionó en menos de 24 horas a la demanda de que fuese el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien diese una explicación política sobre el acuerdo que el Eurogrupo alcanzó el sábado por la tarde para «salvar» al sector financiero español con un préstamo por un importe máximo –100.000 millones de euros– muy superior a la cifra que en los últimos días manejaban en el Ejecutivo. 

Rajoy cuidó tanto el mensaje como la puesta en escena. Su comparecencia fue en uno de los salones nobles del Palacio de la Moncloa, en el que da sus ruedas de prensa junto con otros mandatarios, y apareció sonriente, tranquilo y relajado. Sus gestos parecían querer quitar trascendencia a la decisión adoptada, mientras que su discurso iba en la dirección contraria, la de presentar el acuerdo europeo como un trascendental éxito de su Gobierno, bueno para España y bueno para el proyecto europeo. Así, Rajoy se negó a utilizar la palabra «rescate» porque nuestra situación «no tiene nada que ver con la de otros países» que sí han sido rescatados, y bautizó la inyección financiera de la UE, que supervisará el FMI, como una «línea de crédito europeo» para la banca española que ayudará a que vuelva a fluir el crédito desde las entidades españolas, base para la recuperación económica.

El presidente del Gobierno negó presiones de sus socios europeos para aceptar la ayuda a la banca. «Quien ha presionado he sido yo. Y lo hemos resuelto satisfactoriamente». Y su explicación a las negaciones del Gobierno sobre la negociación, o sobre la necesidad de ayuda, fue que «las negociaciones no se televisan». «A veces se preguntan cosas que no se pueden contar porque afectan al resultado», añadió. El Gobierno ha negado siempre el rescate de España y siempre ha sostenido también que la intervención no era posible porque España es un país demasiado grande como para poder ser rescatada. Pero quizás la intervención era una de esas «cosas que se comunican cuando ya se ha producido el resultado» porque ayer Rajoy dijo que su Gobierno ha evitado la «intervención del Reino de España». Tajante y sacando pecho de lo que ha conseguido para España: «Si no hubiéramos hecho los deberes, hoy estaríamos hablando de la intervención de España».

- Opinión:

-Rescate financiero inevitable y amistoso.

Pese a los agoreros del catastrofismo la decisión del Gobierno (y del Eurogrupo), tan adecuada como inevitable, y sólo tiene de reprochable no haber llegado antes. La semántica tangencial de todos los políticos obliga a De Guindos a hablar de ayuda o préstamo, que lo son, pero esa tarjeta de crédito hasta 100 mil millones de euros al 3%. Se parece a un rescate sectorial como una manzana a otra manzana. El Presidente Rajoy no quiere saber nada de rescates porque suena a Grecia, Irlanda o Portugal y el valor de la economía española es otro. Las declaraciones gubernamentales han sido contradictorias porque hasta ayer se pretendía sellar los agujeros financieros con deuda soberana pero los mercados y las agencias de crédito  y solvencia han sido inmisericordes, usureras y oportunistas. La OCDE estima que es injusto vender dinero a España al 7% y en el Eurogrupo es lugar común que nuestra prima de riesgo está a 50 puntos por encima de la alemana y no en el disparate de los últimos tres meses. El equipo económico, renuente a cualquier cosa que huela a intervención ha ido cerrando en falso tres reformas financieras y ha quedado con un 30% del sistema al descubierto. Han tenido que hacer de la necesidad virtud siguiendo la corriente de las angustias y presiones de Bruselas y hasta Obama, que también ha empujado junto a Christine Lagarde, directora del FMI. Se han evitado  condicionamientos generales sobre nuestra economía real y todo queda circunscrito al ámbito financiero. El trabajo es para largo y no florecerán mañana los créditos. Irlanda tardó tres años en devolver los bancos a sus carriles. No podemos hacer la reforma financiera por fascículos; este paso ha de ser el último creíble. Pedro Solbes, Elena Salgado y Fernández Ordóñez se han ido sin explicar su extravagante entendimiento de los números. Éste es un alivio de luto. No hay «Apocalypsis Now» y se aleja bastante de «Apocalypsis Tomorrow». Hoy  subirán las bolsas y bajará la prima de riesgo. Volvemos a respirar.

2) El Mundo

-Infromación:

Como era previsible, el impacto del rescate de la banca española calma las tensiones de los mercados aunque no con demasiada consistencia como era de esperar.
La prima de riesgo amanece a la baja, por debajo de los 470 puntos, 20 menos que el cierre del viernes. Sin embargo, el precio a pagar sigue aún por encima del 6%.
Este fin de semana, el Eurogrupo salió en ayuda de España con un préstamo de hasta 100.000 millones de euros sin condiciones de política económica para el país.
A la espera de la apertura de la Bolsa en el Viejo Continente, en Asia los mercados abrieron con fuertes repuntes, aunque el cierre ha sido mucho menos eufórico. El Nikkei ha terminado con un avance próximo al 2%.

- Opinión:

Un poco en la línea de su presidente de honor, cuando dijo aquello de "Mire usted, le puedo asegurar que en Irak hay armas de destrucción masiva", Rajoy ha logrado debilitar la credibilidad de los políticos ante sus ciudadanos –y no era fácil- cediendo, al fin, a aquello que hace solo dos semanas aseguró que no ocurriría: " No va haber ningún rescate de la banca española", confirmó, con la máxima contundencia.
Pues mire usted, que diría Aznar: sí lo hay.
Por supuesto, en sábado, con los mercados cerrados y la gente pendiente de otras eurocuestiones más esperanzadoras, las futbolísticas, a ver si así duele menos.
Da la impresión que al presidente del Gobierno, por solo unas horas, no le ha dado tiempo a poner en marcha su gran plan contra la depresión que sufre nuestro país:La Roja.
Pero no, no ha habido suerte. Quiera o no, haya luchado contra ello eludiendo obviedades, o ignorando realidades por "orgulloso", como nos acusaban algunos de nuestros socios europeos, al final Rajoy pasará a la historia como el presidente con el que nuestro país bajó a Segunda.
Hace poco decían que Del Bosque era el único español que puede hacer lo que quiere en Europa; todos los demás, a lo que diga el sargento Merkel. Ahora, ya no hay duda.
Lo que no sabemos es si el ex mediocampista del Madrid consensua, antes, sus decisiones técnicas con el presidente del Gobierno. Si fuera así, ya entenderíamos por qué Rajoy se encierra tanto en su despacho, concentrado: está preparando la estrategia de La Roja.
Es que ni para exponerle el rescate que en su opinión no existe a sus votantes -y a los que no lo fueron-, ha salido de su reclusión, hasta que una inmensa y silenciosa presión popular le ha obligado. Pero claro, irse directamente a Polonia a ver la Eurocopa sin antes hacer unos comentarios sobre la cuestión económica de más trascendencia para España en décadas parecía excesivo.
Menos mal que Luis De Guindos había explicado que es que Rajoy no es miembro del Eurogrupo, y él sí, y por eso reveló él la situación inicialmente. Por cierto, tanto el ministro de Economía como el presidente necesitan urgentemente un experto en comunicación: no parece que vayan a ser capaces de conseguir que los ciudadanos nos creamos las maravillas del "préstamo en condiciones muy favorables" que Europa, tan amablemente, ha concedido a nuestros depauperados bancos. Ni, tampoco, que no se trate de un rescate. ¿Qué es, si no, que te dejen 100.000 millones de euros? Pero es verdad, no entremos en "debates nominalistas".
Rajoy, que no ha cancelado su asistencia a la Eurocopa porque "es bueno que vaya el presidente al debut de la campeona del mundo", habrá seguido a lo suyo, en su trabajado despacho, y después en el avión, tomando las decisiones que verdaderamente importan: ¿Negredo? ¿Llorente? ¡No! Nuestro presidente probablemente pondría al Niño Torres, que manda mucho en la Europa insular, y cualquier apoyo, y en especial el británico, viene muy bien a los países de Segunda.
Especialmente en estos tiempos en los que el conflicto de Gibraltar ha vuelto a sacudir las relaciones entre la reina madre y nuestro rey (ex) cazador de elefantes.

Una alegría

Rajoy pidió a los futbolistas, justo antes de que volaran a Polonia, que dieran una alegría a España. Suponemos que ya sabría que el Gobierno que él preside no puede hacerlo, a pesar de que sea mucho más importante.
Los jugadores se han comprometido. No con Rajoy, sino con los ciudadanos. "Nosotros no fallaremos a los españoles", asegura Piqué. Esperemos que el novio de Shakira y sus demás compañeros no se sientan aturdidos por una jornada pre-partido tan intensa, y que hoy cumplan su palabra. Si no lo hacen, al menos tienen la excusa: "Es que claro, con lo del rescate…"
Desde luego, ojalá puedan hacerlo, porque no están las circunstancias nacionales para cosechar muchas más decepciones.

Positivismo

Aunque también hay quien lo ve todo muy bien, además del Gobierno, que pretende colgarse la medalla del crédito a los bancos en vez de asumir que hemos bajado a Segunda; precisamente, como Torres: "Tenemos suerte de ser españoles" afirma; igual es que siente una empatía especial al observar como, igual que a él lo rescató de las tinieblas de Chelsea Del Bosque, los europeos han acudido en nuestra (supuesta) defensa económica. Habría que puntualizar que, más que suerte, la nacionalidad no es más que una (hermosa, si se quiere) casualidad.
Otra cosa es que resulte muy afortunado –que es el caso- compartir colores con Rafa Nadal, que hoy superará al mítico Borg en cuanto a coronas en la cuna del tenis mundial en tierra, Roland Garros, salvo si lo impide la lluvia. Porque, después de arrasar a todos sus rivales de un modo tan feroz como inaudito, ni siquiera el de hoy, el número uno del mundo, parece que pueda pararle.
Rajoy no verá la final de Roland Garros, aunque en Twitter apuestan por colocarle a toda prisa, cuesta lo que cueste -que para eso tenemos 100.000 millones-, el TDT en el avión, para que así el presidente pueda seguir el histórico partido de Rafa.
En todo caso, mientras da comienzo una nueva y seguro que dolorosa era en nuestro país, con Europa y el euro asomados al precipicio profundísimo y no tan lejano de una fatal desintegración, España se sienta esta tarde, vestida de rojo, esperanzada, frente al televisor, a sanar las heridas

Los géneros periodísticos de información y de opinión.

 1) El País.
-Información.
Carmen Reinhart (La Habana, 1955), del Peterson Institute, es una de las economistas más influyentes. Coautora de Esta vez es diferente junto a Kenneth Rogoff, en la reunión del Círculo de Economía, en Sitges, advirtió de que España está demorando su salida de la crisis al no reestructurar su deuda privada. Incluso avisó de que la situación podría agravarse si la deuda del sector financiero acaba en manos del Estado.
Pregunta. España lleva casi cinco años de crisis y tras volver a la recesión el problema financiero se agrava. ¿Cuánto nos queda?
Respuesta. En general, las economías avanzadas no han visto algo así desde antes de la Segunda Guerra Mundial. Y esto todavía no se ha resuelto, queda mucho por delante, porque el proceso de desendeudamiento privado dura entre siete y diez años desde el momento en el que el país empieza a desendeudarse. En España ese proceso todavía está comenzando. No se acumula deuda nueva, pero como el PIB sigue debilitándose no vemos una caída importante de la deuda en relación al PIB ni en España ni en casi ningún país europeo.
P. La inyección de fondos que requiere Bankia ha desbordado las previsiones del Gobierno sobre las necesidades de la banca. ¿Tiene capacidad España para asumir esa cantidad o debe acudir al fondo de rescate europeo?
R. En Irlanda, pero también en Estados Unidos cuando cayeron Fannie Mae y Freddie Mac, hemos visto cómo una crisis bancaria se convierte en una crisis de deuda pública, porque las deudas que estaban en manos del sector privado pasan al público. Lo que me preocupa mucho es que España quiere hacer el saneamiento sin realizar quitas. Hay que tener en cuenta que la posibilidad de repago de la mayoría de deudas no es del 100%, sino de una fracción por la caída en los precios de los bienes raíces. España, como otros países avanzados, tiene un problema serio: todavía no acaba de reconocer abiertamente la magnitud de las quitas que se deben hacer en la deuda de las instituciones financieras.
P. ¿Sugiere una reestructuración de la deuda privada?
R. En la resolución de varias crisis de deuda de países emergentes hubo ventas por liquidación, con descuentos enormes en los activos. No es un proceso bonito, pero sí eficaz para reducir la deuda privada. En España todavía estamos muy cautelosos, demasiado tentativos en admitir la necesidad de este tipo de recortes en la deuda privada para reflejar el valor de mercado de los activos.
P. El Gobierno ha exigido solo este año unos saneamientos por 84.000 millones a la banca española. ¿Eso es insuficiente?
R. Yo hablo de la necesidad de cortar y revaluar los niveles de deuda que existen. Todavía hay mucha resistencia, y cuando eso ocurre, el Gobierno va asumiendo poco a poco las deudas privadas a precios sobrevalorados, es decir, a precio de libro y no de mercado. Y así no resuelve el problema privado, sino que lo transfiere al sector público.
P. ¿Esa reestructuración no aceleraría la salida de capitales?
R. La van a tener de todos modos. La cuestión es si con mayor o menor rapidez. Cuando se disfraza el problema para hacerlo menor de lo que es, la fuga tal vez no es tan rápida, pero sigue, porque no hay un regreso de la confianza. Desafortunadamente, en España, como en casi todos los países avanzados, saben que las deudas son enormes y que los precios de los activos no van a regresar a los niveles precrisis, pero no quieren aceptar abiertamente el recorte necesario. Cuanto más tarden en admitir esas pérdidas, más largo será el proceso de recuperación.
P. ¿Qué posibilidad hay de que España acabe pidiendo el rescate de Bruselas?
R. España va a recibir apoyo, y de hecho ya lo está recibiendo. Sus bancos lo tienen a través de varios mecanismos. Pero esa posibilidad aumenta a medida que las respuestas políticas no son más agresivas. España comienza este proceso con una deuda pública muy moderada. El problema no era fiscal, como en Grecia e Italia, pero ahora el riesgo de migración de la deuda privada al sector público es muy real. Si cada vez se socializan más las pérdidas del sector financiero, no está muy lejos de que empiece la crisis de la deuda pública y que esta llegue a niveles más alarmantes.
P. ¿Ve otros riesgos?
R. Entendemos bien la situación de la deuda pública a nivel central, pero en el nivel de las comunidades es aún algo misterioso. Eso no solo ocurre en España, también en Illinois y California hay deuda que no está en los libros, como retrasos a proveedores o empleados. Así que en España hay muchos riesgos que, sin un esfuerzo en recortes agresivos en la deuda privada, pueden llevar al Gobierno a tener los problemas de deuda de Irlanda.
P. Paul Krugman ha vaticinado incluso un corralito. ¿Eso es ponerse en el peor de los casos?
R. En un escenario en el que Grecia sale del euro de forma bastante desordenada va a haber fugas de capitales de todos los países de periferia de Europa, incluyendo España. Hay que estar preparado para corridas.
P. Ese era el peor de los escenarios hace apenas un año...
R. Era casi impensable, pero recordemos: primero Grecia no era un problema del FMI, sino europeo y bastaba con un programa de austeridad y luego no necesitaba una reestructuración que se acabó aceptando, pero mínima. Ahora se llega a la conclusión que ese mínimo tampoco era suficiente, y la posibilidad de que haya una salida abrupta del euro es un escenario razonable. El rezago de la realidad es impresionante, y también se está produciendo en España. Medidas como el apoyo de liquidez, apuntalar a los bancos, ayudan, pero hay que distinguir entre lo que es la solución y tirar la pelota hacia delante.

- Opinión: 
La violencia de la crisis financiera en España y las críticas al Gobierno de Rajoy por parte de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo (BCE) incrementan la sensación de deterioro de las instituciones en España. No se ve salida a la crisis del euro, surgen dificultades serias en varios de los órganos sobre los que se asienta el entramado institucional del país y se corre el riesgo de que aumente la desconfianza política.
Se trata de un extraño estado de cosas solo seis meses después de las elecciones generales. Además de lo que pueda hacer Europa respecto a la crisis financiera, hay que restablecer rápidamente el normal funcionamiento de las instituciones en España.
Es evidente que el Ejecutivo actual da sensación de desbordamiento. Los resultados quedan lejos de las promesas electorales del PP, que había ofrecido su llegada al poder como elemento suficiente para provocar un cambio radical de tendencia. Rajoy dispone de mayoría absoluta y cuenta con la legitimidad emanada de las urnas, pero él mismo ha tenido sobrada ocasión de comprobar que eso no le basta para sacar al país de la crisis. Se necesitan más ayudas, incluidas las de los mejores expertos, la del primer partido de la oposición y, probablemente, las de CiU y PNV, que son corrientes políticas centrales en sus respectivas autonomías. Para contener el deterioro institucional, les toca pactar.
Particular importancia reviste la cuestión del Banco de España. No solo por la crisis del sistema financiero, sino por el empeño del PP en atacar al gobernador dimisionario y en persistir en el error de que basta un cambio de personas para recuperar “el prestigio perdido”. Esa estrecha mentalidad partidista sobra por completo y el jefe del Gobierno debería haberla cortado. No se trata de colocar a un amigo en el Banco de España, sino al más competente. Todo ello sin perder de vista el incierto camino esbozado por la Comisión Europea y por el presidente del BCE, en el sentido de constituir un sistema bancario a escala europea y centralizar la autoridad encargada de su control. La realización de esa hipótesis implicaría una cesión importante de soberanía nacional, cuando aún no ha emergido un poder económico europeo, pero en todo caso es una cuestión que implica a más de un partido político.
En el caso del Poder Judicial, se alude al consenso PSOE-PP, que precedió al nombramiento de los actuales consejeros y de su presidente, Carlos Dívar, como la prueba de un fracaso de los partidos. Una vez más, es necesario matizar: cuando se descubre que la solución adoptada ha devenido en un fiasco, a ellos les toca rectificar y alumbrar otra más competente. Algo similar puede decirse del Tribunal Constitucional, algunos de cuyos miembros llevan años con el mandato caducado y han amenazado con tomar “medidas drásticas” si no se les renueva. Puesto que tales nombramientos corresponden legalmente a las cámaras parlamentarias, es exigible que resuelvan de una vez. El propio Congreso de los Diputados mantiene un perfil general demasiado bajo, con la mayoría resignada al papel de correa de transmisión del Gobierno, sin abordar los asuntos que más preocupan a la ciudadanía; en especial el de la crisis de Bankia.
Para responder al evidente deterioro institucional se necesita un rearme del sistema democrático. Es difícil concebir a los partidos políticos como el instrumento necesario para corregir lo que ellos mismos se han encargado de llevar tan mal, pero eso es lo que les toca. Las urnas les legitiman y deben demostrar que son capaces de restablecer el prestigio de las instituciones, como primer paso para recuperar esa confianza que se va cuarteando en el proyecto de España.

lunes, 14 de mayo de 2012

Fray Luís de León

Vida:

Nacido en Belmonte, Cuenca en 1527. Ingresa en la orden de los agustinos de Salamanca. En Salamanca estudió, y después llegó a ser profesor de Sagrada Escritura. En 1572 fue acusado ante la Inquisición y encarcelado un tiempo por postular la primacía, como profesor de exégesis de la Sagrada Escritura, de los textos originales de la Biblia sin someterse a la «Vulgata» como pretendía la Contrarreforma; esta acusación implicaba también una acusación de tipo religioso, pues Fray Luis era de origen judío. También se le acusaba de traducir el Cantar de los Cantares , algo prohibido tras el Concilio de Trento. Después de un período de cinco años en la cárcel de la Inquisición en Valladolid, es absuelto por el tribunal. Regresa a Salamanca donde seguirá enseñando en la universidad hasta 1591, el año de su muerte.

Obra:

Fray Luis era un gran conocedor de la teología, especialmente la bíblica, y escribió varios comentarios en latín a diferentes libros de la Biblia. El conocimiento que tenía de las lenguas bíblicas (griego y hebreo) le facilitó el acceso a los textos originales. Junto a otros intelectuales, Fray Luis criticó las traducciones latinas de la Biblia, que respetaban poco los textos de la versión hebrea. Además de estas obras de carácter teológico escritas en latín, Fray Luis de León escribió obras en prosa y verso en castellano.

Obra en prosa:

- Cantar de los Cantares : una traducción del libro de la Biblia hecha a petición de su prima, Isabel Osorio, una monja en el convento de Sancti Espiritus de Salamanca. Se aparta de la interpretación propia de la época --diálogo entre Cristo y la iglesia, o entre el alma y Dios--, y basándose en el texto hebreo lo analiza como un diálogo de amor humano. En un principio mantuvo esta traducción en secreto, pero uno de sus estudiantes la difundió. Una vez fuera de la prisión, escribió un comentario en latín, la Explanatio in Cantica Canticorum , donde ofrece tres exégesis --interpretaciones-- diferentes para cada capítulo: literal, mística y alegórica.
-La perfecta casada : dirigida a su sobrina Maria Varela Osorio con motivo de su boda. Inspirado en el Libro de los proverbios (cap. XXXI), ofrece una reflexión sobre las virtudes que han de adornar a la mujer casada. Esta obra fue considerada el manual de perfección para la mujer cristiana.
-La exposición del libro de Job : traducción al castellano del texto hebreo. Su preocupación por captar todos los matices del original le lleva a ofrecer la traducción literal, un comentario en prosa y una paráfrasis en verso. El libro intenta relacionar la experiencia de Job con la suya propia, a su paso por la cárcel de la Inquisición.
- De los nombres de Cristo : El propósito del libro es la divulgación de la nueva exégesis bíblica. Para ello utiliza la ficción literaria del diálogo. Tres monjes agustinos, Marcelo, Sabino y Juliano participan en una conversación sobre los nombres que la Sagrada Escritura da a Cristo, y su significado. La obra presenta la fusión de l exégesis bíblica clásica, el neoplatonismo renacentista, referencias a la literatura clásica (Horacio y Virgilio), y la tradición de los Santos Padres.

Obra poética:

Fray Luis de León no vio publicada su obra durante su vida, la primera edición que tenemos de su obra es la que hizo Quevedo en 1631, cuarenta años después de la muerte de Fray Luis.
La poesía de Fray Luis presenta tres fuentes principales: la Biblia, el humanismo renacentista y el clasicismo. Como catedrático de Sagrada Escritura, conoce la Biblia como mensaje revelado, de origen divino, y como obra artística. De la Biblia proviene esa búsqueda de la paz y armonía interiores en unión con la divinidad. Como hombre del Renacimiento, conoce los nuevos recursos formales de la poética italiana dentro de la tradición de Petrarca, Bembo, Tasso. Fray Luis escogerá una de las estrofas de aquella corriente poética -la lira- para expresar su pensamiento poético. Como humanista, beberá en la tradición clásica en varias fuentes: el neoplatonismo y el estoicismo. Los autores clásicos también le influirán, en especial Horacio, cuyas traducciones configuran la poética de sus poemas originales. La obra más influyente de Horacio fue el Beatus ille (Feliz aquel).
En su afán por alcanzar la armonía y la paz interior, Fray Luis utiliza términos que funcionan en un doble plano, denotativo (el significado real u objetivo de la palabra) y connotativo (el significado figurado o subjetivo). Fray Luis toma también gran parte de su léxico de campos semánticos asociados con la naturaleza: el mar, el viento, la noche, el aire, el monte.
Su oda más conocida es "Vida retirada," que parece evocar el Beatus ille horaciano. En la oda hay un deseo de soledad y retiro para alejarse del negotium de la vida. Más que un alejamiento físico de los asuntos temporales y materiales, Fray Luis busca la senda espiritual del misticismo.



lunes, 7 de mayo de 2012

Reino de León

                                                                     12) Reino de León.


El Reino de León fue uno de los reinos medievales de la Península Ibérica, sucesor del antiguo Reino de Asturias, que tuvo un papel protagonista en la Reconquista y formación de los sucesivos reinos cristianos del occidente peninsular.
Con motivo del 1100 aniversario del Reino de León en 2010, se creó en 2008 la fundación León Real, con el objetivo de conmemorar este aniversario, y posteriormente a éste, continuar promocionando actos relacionados con el Reino Leonés.

Reino de Castilla

                                                              11) Reino de Castilla.


El Reino de Castilla surgió con entidad política autónoma en el siglo X como condado vasallo del Reino de León. Esta tierra estaba habitada mayoritariamente por habitantes de origen cántabro y vasco con un dialecto romance propio, el castellano y unas leyes diferenciadas. Su nombre se debió a la gran cantidad de castillos que se encontraban en la zona.
En el año 929, el condado de Castilla se independizó de León con el conde Fernán Gónzalez.
Durante un siglo Castilla y León siguieron separados hasta que en 1037 muere Bermundo III, rey de León, en el campo de batalla contra su cuñado, Fernando I. Al no tener descendencia Vermudo III, su cuñado considera que es el sucesor y por lo tanto unifica por primera vez los dos reinos. En el año 1054, Fernando I lucha contra su hermano García Sánchez III de Nájera, rey de Navarra, en la Batalla de Atapuerca, muriendo también el monarca navarro y anexionándose entre otras la comarca de los montes de Oca, cerca de la ciudad de Burgos.
A la muerte de Fernando I, ocurrida en 1065, los reinos son repartidos entre sus hijos, siendo para Sancho II el de Castilla y para Alfonso X,  el de León. Sancho II es asesinado en 1072 y su hermano accede al trono de Castilla y se produce una unión que se mantendría durante varias generaciones. Es famoso el juramento que tomó El Cid a Alfonso VI en Santa Gadea de Burgos, sobre la inocencia del monarca leonés acerca del asesinato de su hermano.

Carlos V

                                                                10) Carlos V.




 Carlos V (Gante 1500-Yuste 1558):
Primer monarca español de la casa de Austria, nace en Gante el 24 de febrero de 1500. Era hijo de Felipe el Hermoso y de Juana de Castilla y nieto por línea materna de los Reyes Católicos. Por incapacidad de su madre heredó el trono de España a la muerte de su abuelo, el rey Fernando, en 1516. En marzo del mismo año, Carlos de Gante fue proclamado rey de Castilla y Aragón en la iglesia de Santa Gúdula de Bruselas. Carlos había sido educado en Gante por Guillaume de Croy, señor de Chièvres (1458-1521), y por Adriano de Utrech, que más tarde sería papa con el nombre de Adriano VI. Viajó a España para hacerse cargo de su reino sin conocer la lengua castellana y acompañado del todopoderoso Guillaume de Croy. Había sido escoltado desde Flesinga por tres escuadras de Holanda, Zelanda y España. En conjunto 40 naves gruesas y 12 naves menores. Desembarcó en la villa asturiana de Tazones (cerca de Villaviciosa), en lugar de Santander donde le aguardaban las autoridades para la recepción de bienvenida. Según García Cárcel, la llegada a Tazones se debió a un error de los pilotos vizcaínos. El regente Cisneros había salido al encuentro del rey, pero al llegar a Roa le sorprendió la muerte, aunque ya anteriormente Carlos le había relevado de todos sus cargos. En 1518 otorgó las primeras licencias para la venta de esclavos hacia las Indias. En cien años, constituyeron el diez por ciento de la población de los virreinatos españoles.